sábado, 5 de julio de 2008
Balada del hombre solo
-Siempre me gustaron las pecosas- la rueda de la vida seguía girando sobre él - no se, tienen algo que me atrapa - con vertiginosa asceleración deciende sobre su cabeza - es casi hipnótico diría yo - cerrandose como prensas, los punzantes e indestructibles prejuicios se ciernen sobre su torso ya desnudo - pecosas, siempre algo coloradas, de ojos color miel - a sus pies, los mares de la incertidumbre tapaban sus rodillas - y no hablo de modelos, no, hasta le diría que me gustan algo caderonas - ya era muy tarde. Eterna, omnipotente y hermosa, la rueda de la vida ya recuperaba lo que era suyo.
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5 comentarios:
Uy! Yo tengo una pecosa para presentarte! Pelirroja, ojos celestes, muy linda. El problema es que para conocerla tenés que viajar hasta Capital Federal, Bs.As. Así es, todo lo bueno tiene su contra...
"...DE OJOS COLOR MIEL..."
Alguien conoce una jilguera o una gorriona para noches fogozas sin compromiso?
Sr.Soria: Buscándole el pelo al huevo?
Con tantas exigencias, solito solito se va a quedar.
"...DE OJOS COLOR MIEL..."
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