miércoles, 27 de agosto de 2008

La danza de la lluvia

Manos en la espalda, torso inclinado, rítmico vaivén de las rodillas, leve torsión de los hombros a uno y otro lado con cada elevación de talones.
Los peatones curiosos se detienen a observar, los destinos ya no importan.
Los cuatro indios soplan sus instrumentos al son del baile del anciano.
Casi hipnótico.
Me detengo a observar. Ya soy uno más.
"¿Y si dios fuera uno de nosotros?" preguntó alguien alguna vez.
La sonrisa rompió el hechizo. Caminé una cuadra y subí al colectivo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Feliz cumpleaños Sr. Soria!

Diego Manuel Soria dijo...

No se de que habla. Morí hace años.

Anónimo dijo...

Tiene razón.
Feliz cumpleaños Ezequiel!

Diego Manuel Soria dijo...

La esquizofrenia múltiple es preocupante por estos pagos.